Este hecho y el desconocimiento por parte de la Conmebol al actual directorio de la FBF, generó la preocupación del Ministro de Deportes, Tito Montaño, quien manifestó que ya es tiempo de que seamos serios en el manejo del fútbol, pero no les recordó que el artículo 48 de la Ley Nacional del Deporte Nº 804 de 11 de mayo de 2016, dispone que el Viceministerio de Deportes en el parágrafo II número 4), que dice que se debe controlar el correcto uso de todos los recursos destinados al desarrollo del deporte y que sepamos, los 2.8 millones de dólares que llegaron de la FIFA el pasado año, fueron para reestructurar el organismo rector del fútbol como para promover la formación de futbolistas, pero, se repartieron los fondos entre los clubes para pagar sueldos atrasados, lo que demuestra a carta cabal que todos los dirigentes están satisfechos con la chacota de tener el mounstruo de tres cabezas, la FBF, Liga y ANF, gobernando cada uno por su lado y sin horizonte alguno.
Hemos sido claros en anteriores notas, que este año ya no se puede restructurar nuestro fútbol al haber comenzado los campeonatos, es decir que seguiremos soportando al Nacional B con futbolistas jubilados de la Liga como las divisiones de Primera A de las asociaciones que no exigen límite de edad, jugando al año veinte partidos de los 45 que exige minimamente el fútbol competitivo.
Sin embargo, al existir aún en algunos dirigentes la idea de reestructurar nuestro fútbol, me ofrezco en cambiar las estructuras de nuestro fútbol en treinta días, reformulando los estatutos de la FBF como única cabeza, haciendo desaparecer a la Liga y la ANF, promoviendo el fútbol profesional con los 12 equipos de la Liga y el Promocional con los campeonatos de asociaciones para el ascenso directo a la Liga mediante la Copa Simón Bolívar como hace años y hacer desaparecer el Nacional B, creada por Mauricio Méndez, ex presidente de Wilstermann, solo para que ascienda su club, Wilstermann, hecho totalmente irrefutable.
Esperemos que los dirigentes del fútbol tomen en cuenta este planteamiento, aunque sabemos que al perder beneficios personales, será un simple saludo a la bandera, pero que quede claro que hemos cumplido con nuestro deber.
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