La Policía Departamental dispondrá la presencia de 1.000 efectivos que comenzarán su labor desde el mediodía del domingo en inmediaciones del estadio Hernando Siles.
Las puertas del principal campo deportivo se abrirán a las 13:00 y permanecerán abiertas durante todo el cotejo, programado desde las 16:00.
La Unidad Operativa de Transito realizará los cortes de vía de acuerdo a la llega del público y también evitará el estacionamiento de vehículos en inmediaciones del escenario de Miraflores. Además, el control será antes, durante y después del clásico.
En este operativo de seguridad participarán diferentes departamentos de la Policía, entre ellos Inteligencia, explicó el coronel Guido Aranda Márquez.
Para evitar el cruce de barras a la llegada y salida del Siles, la institución del Verde Olivo pondrá vallas sobre la avenida Saavedra y la plaza Tejada Sorzano (plaza del Monolito), para prevenir cualquier hecho que vaya en contra de la fiesta mayor del fútbol.
PROHIBICIONES
Para los aficionados está prohibido el ingreso de petardos, armas punzocortantes, botellas descartables o de vidrio, palos u otros objetos que puedan ser empleados como armas contundentes. También no se permitirá la entrada de gente con aliento alcohólico.
NADA DE COLADORES
Sobre el final del partido, en los últimos minutos, no se permitirá el ingreso de los “coladores” a pedido de la Policía Departamental, porque en ese momento no se puede ejercer control ante la avalancha de gente, que puede ingresar en estado etílico, con algunos objetos contundentes o provocar a los hinchas del equipo contrario.
Las decisiones fueron tomadas ayer durante la reunión de coordinación entre los representantes de Bolívar, The Strongest, la Policía y el Servicio Departamental del Deportes (Sedede), institución encargada de la administración del estadio Siles, en Tembladerani.
Todas estas medidas de seguridad estan destinadas a evitar los hechos sucedidos en el partido entre Bolívar y San José, cuando hubo peleas entre los aficionados de ambos clubes, tras una provocación de los seguidores de la Academia paceña.
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