Esta introducción se debe a que el pasado jueves 7 en horas de la mañana sin previa publicación como se estila, estuvieron presentes en Palacio de Gobierno los directivos de Bolívar y The Strongest, donde el Presidente del Estado con afanes proselitistas, anunciaba la ampliación del Estadio Hernando Siles, actual estructura que fue reinaugurada para 55.000 espectadores en el año 1977 con el partido de repechaje para el mundial entre Bolivia y Hungría, luego se jugaron Bolivia contra Argentina Sub 20 el año 1989 y Bolívar contra Nacional de Uruguay el año 2000, únicos tres partidos que llenaron totalmente sus graderías.¿ Entonces para que ampliar las mismas si nunca se voltea taquilla pese a que en la actualidad cuenta con butacas que aminoraron la capacidad a 43.500 espectadores, adecuada a la población de La Paz y de El Alto de dos millones de habitantes, y si tomamos como ejemplo el Estadio Nacional de Lima, Perú con una capacidad de 55.000 butacas para nueve millones de habitantes sólo en su capital, el Siles basta y sobra. En síntesis, ese acto al que nos referimos, fue político y mediático sin repercusión alguna, que seguro quedará en la nada, como el Diablódromo de Oruro y el escenario de “Viña de Mar” en Cochabamba anunciados en momentos eleccionarios por el Presidente. Por otra parte, puedo afirmar que el Siles SÍ tiene un campo de juego reglamentario porque se encuentra dentro los parámetros de las dimensiones máxima de 120 metros de largo por 90 de ancho y la mínima de 90 metros por 45 de ancho determinada por la INTERNATIONAL BOARD y sus instalaciones han sido avaladas por la FIFA y la CONMEBOL, por lo tanto cualquier comentario en contrario demuestra total desconocimiento de los reglamentos.
Pero lo más “sui géneris”, fue la presencia del dueño de BAISA y tesorero del Club Bolívar, señor Marcelo Claure al lado del Presidente Morales, personaje que maneja su entidad a control remoto desde los EE.UU. con muchos cargos que le reclaman los ex dirigentes de la benemérita institución por haber enajenado todos sus bienes, entre ellos el Centro Comercial Mario Mercado ubicado en la calle 17 de Obrajes de esta capital, ahora convertido en un lujoso edificio, quien decía que los departamentos y locales comerciales iban a ser alquilados para pagar las planillas de sueldos mensuales de los jugadores y que no iban a ser transferidos, sin embargo no se salvó ni la caseta del vigilante de la venta realizada. Igual suerte estaba por correr el estadio de Tembladerani, ahora un potrero donde se pensaba construir edificios multifamiliares y que de no ser por la prohibición de la Alcaldía de cambiar el objeto de la adjudicación para un campo de fútbol, ahora ni con ese predio contaría la entidad celeste. Creemos que en vez de aparecer para la foto el señor Claure, debería preocuparse en construir el estadio para su club y de esa manera desvirtuar los constantes comentarios sobre el destino del dinero obtenido por esas obras civiles.
Como están las cosas, pretender ampliar las graderías del Siles, inmueble de propiedad del Estado Nacional, para 60.000 espectadores y que ni siquiera este jueves 7 de diciembre, último clásico para campeonato tuvo un lleno completo, ingresaron tan solo 34.269 personas dejando 9.231 butacas libres, y sería un verdadero despropósito, primero, por el hecho de que después de tres años se iniciaron los trabajos de colocado de la nueva pista atlética de tartán con un costo millonario y segundo, al demoler las graderías de general y las curvas norte y sur, ¿Cuántos años durará la construcción con todos sus inconvenientes que surgen y dónde se jugarán los partidos de la Liga, Copa Libertadores de América, Copa América, Juegos Bolivarianos y las Eliminatorias para el Mundial 2022 .
Sin desconocer que sí se requiere modernizar nuestro principal escenario deportivo, en especial los ambientes al margen del campo de juego y las graderías, creemos oportuno que el dinero a ser invertido en este proyecto en la contraparte que le correspondería al Gobierno Central, debería ser destinado a la construcción URGENTE de hospitales de tercer nivel que desde el año 2006 no existen ni maquetas.
Dr. Edgar Linares Mariscal, fundador y ex asesor legal de Fabol
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