La vida de Carlos Chávez Landívar (59) continúa en constante peligro, y hoy más que antes necesita de un tratamiento médico especial para que el expresidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) siga teniendo esperanzas de vida.
Durante una conferencia de prensa informativa que se llevó a cabo este jueves en la Clínica Incor, donde estuvo internado Chávez durante más de un mes y desde donde fue trasladado de emergencia a otras instalaciones con otras condiciones en San Pablo (Brasil), sus hermanos Mario y Édgar se mostraron afligidos, por la recaída que sufrió el exdirigente del fútbol nacional.
Están preocupados
Según Mario Chávez, que también fue dirigente deportivo, su hermano en Brasil no come desde hace dos días y padece de fuertes dolores en el estómago y la garganta. “Sus defensas están bajas”, aseguró. Dijo que la situación de Carlos es sumamente grave y que “si la justicia boliviana insiste en su retorno a Bolivia prácticamente lo estarían condenando a muerte”, remarcó. La orden de desarraigo en favor de Chávez se venció el 25 de enero pasado, pero la familia, a través del abogado Alberto Morales, presentó una solicitud de ampliación por seis meses más. Es el tiempo que necesita para cumplir con todo su tratamiento de quimioterapia.
Andrés Tito Ángelo, hematólogo oncólogo y médico de cabecera, presentó un informe, deslindando su responsabilidad si Chávez es obligado a retornar para continuar aquí con su tratamiento.
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