La situación de Julio Zamora es dramática. El técnico argentino, que sufrió dos infartos cuando dirigía a Real Potosí, no aguantó la emoción por el momento que vive y lloró como un niño en la conferencia de prensa que ofreció con su familia ayer, en Cochabamba, donde radica. El DT pidió que el club lila le pague lo que le debe y que se haga cargo de los gastos que demandó su recuperación en una clínica del valle. “Nosotros (su familia) lo perdimos todo”, dijo.
Fue la primera conferencia que ofreció Zamora luego de que en noviembre del año pasado fuera internado de emergencia tras sufrir dos infartos cerebrales que pusieron en peligro su vida, por lo que no pudo dirigir el plantel de Real Potosí, aunque su cuerpo técnico se quedó al mando.
Pasaron tres meses desde el incidente y ahora, uno de los jugadores más habilidosos que dio el fútbol argentino, la pasa muy mal, pues los gastos médicos que hizo su familia para salvarle la vida los dejaron casi sin nada, ya que el entrenador no recibió ayuda del club lila, a pesar de que cuando sufrió los infartos tenía contrato vigente.
“Da bronca que hayan hecho un proyecto conmigo (la dirigencia de Real Potosí) y después salgan a decir que no tienen deudas conmigo”, reclamó Zamora, mientras se emocionaba y se le cortaba la voz.
El DT contó que su familia perdió todo lo que él ganó en el fútbol (sólo cuenta con un vehículo) y que ahora espera que Real Potosí se haga cargo de lo que corresponde, ya que su objetivo es devolver la ayuda que recibió a los médicos que lo atendieron.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario