“No me comunicaron mi cesión por escrito, estuve yendo a entrenar cinco días, pero no me dejaban cumplir con mi trabajo, mi abogado tomó nota de todo esto y luego contrataron a Edgardo Malvestitti y me marché para mi casa”, comentó el técnico español.
La manera de despedirlo no fue la adecuada, según el entrenador, porque lo hicieron de manera verbal, aunque quedó conforme con el trabajo realizado en el país e incluso admitió que en cualquier momento podría volver a dirigir a un club boliviano.
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