Salinas fue elegido el 10 de abril y a los 12 días ya comenzó con el interinato siguiendo la línea de sus antecesores que no logran congelar un proyecto único y firme.
La designación del venezolano César Farías como director técnico interino de la selección boliviana de futbol, hasta diciembre, ha despertado la polémica en círculos del periodismo deportivo paceño, por cuanto consideran que nuevamente el balompié nacional ha caído en la improvisación.
La decisión fue tomada por el presidente de la Federación, César Salinas, quien horas después de escogerlo emprendió viaje a Paraguay, sin dar mayores explicaciones del por qué optó por un director técnico que actualmente es ocupado por su anterior institución, el The Strongest.
Tras un incidente callejero, la Federación y el exdirector técnico Maurico Soria rescindieron de mutuo acuerdo la relación contractual, dejando en agenda varios compromisos en las divisiones inferiores, que el actual interino deberá encararlos.
Salinas fue elegido el 10 de abril y a los 12 días ya comenzó con el interinato siguiendo la línea de sus antecesores que no logran congelar un proyecto único y firme.
Para este nueva etapa, se anunció que el venezolano contaría con el veterano español Xavier Azkargota que sería una especie de asistente técnico del técnico interino.
Farías al igual que Soria tiene antecedentes de actuaciones violentas dentro del campo de juego, motivo por el cual fue suspendido y obligado a salir del equipo atigrado y a dejar Bolivia. Sin embargo nuevamente fue traído por Salinas para reemplazar al argentino Carlos Ischia que salió por mala performance, y ahora es llevado a la selección nacional.
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